domingo, 1 de mayo de 2016

Fundamentación del Programa

A pesar de que los días 6 y 10 de junio de 2011, se publicaron dos importantes reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que impactaron directamente a la Administración de Justicia Federal, aún se advierte desconocimiento de la misma  ó  resistencia a la adecuación de dichas normas constitucionales por parte del de foro de abogados o licenciados en derecho. El paso sigue siendo lento.

La primera de las reformas concierne fundamentalmente al juicio de amparo, institución protectora de los derechos fundamentales por excelencia, el cual se ve robustecido al ampliarse la procedencia del amparo respecto de cualquier norma general, al preverse su procedencia por violaciones a los Derechos Humanos plasmados en los Tratados Internacionales de los que el Estado mexicano sea parte; con la introducción de figuras como el amparo adhesivo y los intereses legítimos individual y colectivo; la adopción de nuevos conceptos en torno a la violación de derechos por omisión de las autoridades; la declaratoria general de inconstitucionalidad cuyos alcances y condiciones se determinarán en la ley reglamentaria; la creación de los Plenos de Circuito; y una nueva forma de integrar jurisprudencia “por sustitución”; entre otras.

La segunda, en íntima relación con la anterior, evidencia el reconocimiento de la progresividad de los Derechos Humanos, mediante la expresión clara del principio pro persona como rector de la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, en aquellas que favorezcan y brinden mayor protección a las personas. Así, la ampliación de los derechos que significa la concreción de algunas cláusulas constitucionales, como aquella relativa a los migrantes o a la suspensión de garantías, aunada a la obligación expresa de observar los Tratados Internacionales firmados por el Estado mexicano, miran hacia la justiciabilidad y eficacia de los derechos que, a la postre, tiende al mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad y al desarrollo de cada persona en lo individual.

Las reformas constitucionales antes referidas generan la impostergable necesidad de profundizar en el estudio de los Tratados Internacionales en los que se reconocen Derechos Humanos y en que el Estado mexicano es parte.

Por todo lo anterior surge  la necesidad de impartir un Diplomado en Derecho Procesal de Amparo; la  concientización para la participación al cambio es urgente, por tal motivo se ha considerado continuar  la actualización a los estudiantes ó  profesionistas del derecho, dotándolos de más y mejores herramientas, para dicho fin.